¿Cuál es la cruz que Jesús nos pide que llevar? Cuando Jesús dice: «Si alguno quiere venir en pos de mí, tome su cruz y me siga» ¿A qué tipo de cruz se refiere? A menudo, o casi siempre, esta cruz se refiere a la aceptación de las tribulaciones que nos aquejan (enfermedad, malestar social, sufrimiento, etc.), pero no solo a ese se refiere la cruz que habla Jesús.
Él tomó su cruz (y tenemos que hacer como él) la tomó como el significado del pecado humano; no debemos limitarnos a nuestras aflicciones, sino ir más allá, mirar a los demás, olvidándonos de uno mismo y uniéndonos a Cristo. La unión que llevamos con él y el amor que tenemos debe ir siempre más allá: orando, compartiendo experiencias y sus milagros. Llevando en nuestro corazón y más allá el significado del amor de Cristo y de Dios.
Procura compartir ese tipo de amor a través de todos los medios que tengas a la mano. Por ejemplo, visita el sitio oficial donde puedes obtener imagenes adecuadas para dar un mensaje de aliento a través de la palabra de Dios a todos tus seres queridos y con ello ayudarles a llevar su cruz.
Dios nunca nos abandona, y sabe que la cruz que nos ha encomendado, nosotros podemos llevarla a cuestas sin problema. Por esa razón debemos dejar de lado el hecho de juzgar, reprochar y desobedecer lo que Él nos manda. Recueda que nuestra obstinación en no querer seguir sus enseñanzas, mandamientos, advertencias podría hacerte una persona débil y carente de fe. Esa fe que nos hace personas fuertes y llenas de una energía buena y positiva, con la que podemos estar firmes con la cabeza en alto al cargar la cruz.
La verdadera renunciación en sí mismo para involucrarte en aquello que es lo más valioso y vital: el amor a Dios y a las enseñanzas que ha dejado para nosotros.
Dios nos ha dado a cada uno de nosotros fortalezas, talentos, nos ha brindado un amor enorme y la capacidad para enfrentar lo que venga, aquella cruz que nos ha tocado cargar. Somos capaces y más de poder salir avante en cualquier misión que Dios te dé porque eres un guerrero de él. Eres una persona que puede comprometerse con la causa de Dios y que puede estar cerca, tan cerca del bien como se lo proponga.
Si la sal pierde sabor, ¿entonces qué es? Así que nos gustaría que tengas en mente lo siguiente: Jesús pide a sus discípulos a comprometerse por completo a seguirlo y renunciar a sus «derechos», a renunciar «éxito», y así llevar la cruz ya que ésta proviene de servir a Jesús, en esta vida y después de ella. Si en lugar de los derechos que todos reclaman, para salvarse a sí mismos, pusiéramos nuestra riqueza humana en el servicio, la cruz que a veces nos parece aplastar por su peso, no lo sería tanto; simplemente piensa en una madre con el peso del niño en el vientre… Así que toma tu cruz con la frente en alto y llénate de Dios y de su amor.